viernes, 19 de julio de 2013

El tipo sabe...



El tipo sabe que la vida es corta, que el tiempo se consume. Sabe que su huesos no son fuertes, que sus rodillas no toleran demasiado esfuerzo, que sus caderas se adelgazan cada día. Sabe también que su vista mengua, como también mengua su peso...

martes, 26 de marzo de 2013

Crisis de(s)pareja

Mi relación con la literatura últimamente es conflictiva. Como en todo romance ocurre, de vez en vez aparece una crisis. Esta crisis, sin embargo, es unilateral. A las letras les da igual que yo las lea o las escriba, las ordene o las desordene. En cambio, yo me siento vil por dejarlas ahí abandonadas, esperando que mi pereza se canse de entretenerme y, al fin, me permita sentarme a poner por escrito todo lo que hay en mi cabeza: la ya famosa novela que intento, cuya concreción resulta asintótica; varios cuentos que aún no son más que un título y algunos personajes con o sin nombre; algún que otro ensayo...

jueves, 21 de febrero de 2013

El colombiano

Uno se acostumbra muy rápido al auto. De repente, un descuido, una banquina y dos volantazos son los artífices de un vuelco que te deja a pie otra vez. Si, ya sé: lo importante es que Erica y yo estamos bien. Lo sé y agradezco a quien corresponda por ello.
El tema es que uno se queda sin auto y vuelve a enfrentarse a las delicias del transporte público; vuelve a los bondis, los trenes, los subtes. Algún que otro taxi.
Podría contar cuatro anécdotas, una de cada transporte, ocurridas en estos días. El tachero que maneja como un criminal y te lleva cual si estuviese corriendo el TC2000, el tren que está demasiado cargado y no puede seguir andando justo cuando venís desde retiro con el bolso y la conservadora que habías mandado por encomienda porque ya no tenías auto en que llevarlos...

martes, 8 de enero de 2013

¿Cosas que pasan?

Desde hace varios días vengo, otra vez, tejiendo en mi cabeza la trama de una novela que empecé a escribir hace casi tres años. La escritura va muy lenta porque, en general, no tengo ni el tiempo ni el lugar y porque mi trabajo de ingeniero, a veces, me produce un cansancio mental que me impide realizar cualquier otra actividad intelectual.