miércoles, 6 de enero de 2016

Turbulencia mental

Mi mente no está clara en este momento. Son las cuatro de la mañana y no puedo dormir. Estoy preocupado. Primero porque Ale tiene la nariz un poco tapada y lo escucho respirar fuerte; me preocupa que no respire bien y estoy atento, desvelado. Y mientras estoy desvelado me pongo a pensar y me preocupo por otro tema; el laburo. Tengo miedo, les juro. Como en estos días estoy en casa disfrutando a pleno los primeros días de mi flamante paternidad dedico un poco de tiempo a leer las noticias; las noticias que leo me asustan. Están echando gente en todos lados; en el ámbito público. No les preguntan qué hacen, cómo lo hacen, cuánto tiempo hace que lo hacen... Los echan porque si; no, porque son de otra idea política o porque el organismo lo creó el gobierno anterior... Yo trabajo así, en el Estado, en un organismo que revivió con la ayuda del anterior gobierno. Tengo un pibe, una esposa, que viven gracias a mis horas de trabajo ahí. Estoy orgulloso de ese trabajo porque estudié, me preparé para eso y lo pude aplicar acá en mi país y me sentí muy orgulloso logrando participar en la puesta en marcha de una central nuclear... Y de repente, todo ese orgullo se me olvida y es reemplazado por miedo. ¿Se dan cuenta de lo que estoy diciendo? Esto es inseguridad también, igual a la que nos cuentan todo el tiempo por televisión refiriéndose a delincuentes, asaltantes, asesinos... Esto también es violencia, me siento violentado si no puedo dormir porque no sé que van a decidir mañana tres tipos con los humos por el techo.