viernes, 17 de febrero de 2012

Lo inútil de ser neutral

En ese momento en que dijiste ¡aquí estamos! y el otro, con una mueca de sonrisa, levantó una sola ceja, la del ojo izquierdo, como preguntándote "¿estamos? ¿vos y quién más?" Justo en ese momento. O, mejor dicho, a partir de ese momento, te empezaste a dar cuenta de que tu fantasía de Alejandro en la India se caía a pedazos. No eras el Che Guevara ni Robin Hood, ni chicha ni limonada. En realidad ya lo sabías, más aún, ni siquieras querías ser nada de eso. No querías ser nada, querías ser neutral, invisible, dejar que todo fluya por obra del equilibrio natural.

No, "pibe". Acá el equilibrio natural lleva todo a un fin, en general catastrófico. Acá hay que ser acróbata, malabarista, equilibrista y otros -istas más para mantener las cosas en un equilibrio conveniente. Vos no sos nada de eso. No. Vos querés ser neutral y aparentar que hacés lo mejor por el universo, dejando que las cosas te pasen por los costados. ¡Eso si sos! Buen esquivador. Pero tu tiempo se acaba. Tanto dejaste pasar las cosas por el costado que se te pasó hasta la vida siendo neutral.

Ahora girás la cabeza, atrás tuyo no hay nadie como era bien previsible. El otro que todavía mantiene la mueca de sonrisa adelante tuyo es, ni más ni menos, tu final.

Q.E.P.D.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Ahora que tengo tiempo libre...

... me cuidaré muy bien de perderlo de la manera más idiota de modo que siga sin alcanzarme el tiempo para hacer las cosas que siempre quiero hacer y nunca tengo tiempo...

Díganme que no les pasó...

jueves, 9 de febrero de 2012

Homenaje a L. A. Spinetta

No voy a mentir, nunca he sido un fanático, nunca me he comprado un disco suyo (aunque alguna vez pensé en hacerlo) y no he escuchado por completo la obra del flaco Spinetta. Mi relación con sus creaciones fue intermitente, constituída de hechos aislados aunque de gran significación. La triste noticia de ayer a la tarde/noche y despertarme esta mañana escuchando Postcrucifixión y Plegaria para un niño dormido me genró la necesidad de escribir esta especie de retrospectiva de mis "encuentros" con Luis Alberto y su música.