Cualquier costo es bajo cuando el resultado es cumplir un sueño, aunque ese sueño después se revele como decepcionante. Habrás aprendido y disfrutado y aprendido de nuevo en el salto dado, en el camino, y habrás fabricado nuevos sueños que te propongan nuevos saltos. Esa es la vida. Permanente cambio... lo estático, lo inerte... es un desperdicio del poco tiempo que duramos.
Todo sacrificio vale la pena para llegar a lo que se aspire, independientemente de como resulte esto último :) Saludos!
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Coincido con ambos. Y a propósito de todo esto, a mí me gustan mucho las palabras de Fito (en mi opinión, gran poeta contemporáneo, de pluma sensible y aguda): "Lo importante no es llegar; lo importante es el camino".
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